domingo, 30 de septiembre de 2012

Las inclemencias del tiempo-Palawan


Tan fácil resulta planear, organizar e ir a los lugares, sin embargo no todo depende de uno, que se hace si Yemanja decide despotricar todas sus fuerzas en el fin de semana que se escoge para conocer una de las nuevas maravillas del mundo....pues nada, "go with the flow", no es algo que se pueda controlar y modificar, por lo menos yo no tengo una varita mágica para hacer dejar llover.


El paseo a Palawan empezó atropellado desde el principio....la aerolínea sin mucha explicación cambia la hora de regreso de mi vuelo, así como si nada la pasan de las 20h00 a las 17h00...se comieron 3 horas de mi viaje y luego para rematar, la noche antes avisan que el vuelo de la mañana se retrasa 4 horas...así de fácil   me roban el tiempo y sin poder decir nada al respecto....nota mental: Leer las letras pequeñas de los 'Términos Contractuales' de los tiquetes de avión.

Al llegar al pueblo de Puerto Princesa, todo me recuerda a Costa Rica, es una pueblito como Santa Cruz, sus calles, el aire fresco, los colores, árboles y montañitas, todo esto mezclado con los triciclos que funcionan como taxis en esa ciudad.

El tour de la tarde fue cancelado por haber llegado más tarde de lo acordado, nos topamos con la amabilidad inigualable de los pinoys:

Empleada del hotel: "Como están, espero que hayan tenido un buen vuelo, aquí les tenemos unas bebidas complementarias, en cuanto al tour planeado para esta tarde, no se preocupen, revisando su estadía con nosotros podemos pasarlo para el último día, ya que ustedes toman el último vuelo a Manila"

Nosotras: "Perfecto" 

Al día siguiente en el desayuno me asombro de la cantidad de comida que sirven como plato típico y como plato americano. El primer plato consistía en arroz con ajo, bistec, longaniza (un tipo de salchicha color neón cancerígeno), luncheon (spam) y tres tostadas. El plato americano, no es el que se están imaginado, este traía, salchichas de desayuno, ensalada waldorf, luncheon y tres tostadas. A esto súmele la comida puesta en el buffet, como cuatro tipos de pan, huevos a su gusto y cereal…conclusión: a los pinoys les gusta empezar bien cargado el día.

El Domingo era el gran día, el día de conocer el afamado río subterráneo de Palawan, uno de los sitios más publicitados por la campaña mercadológica del gobierno “It’s more fun in the Philippines” y como no, si recientemente lo escogieron como parte de una de las nuevas maravillas del mundo” Viendo fotos,  se veía simplemente espectacular, de esos lugares en los que uno siente estar en un sueño, en los que probablemente alguna lágrima dejara caer del asombro y regocijo.

El día empezó mojado, llovió y llovió y no paro de llover, todo el camino hacia la entrada del parque estuvo pasado por agua, son dos horas de viaje que uno tiene que recorrer para llegar al pueblo que sirve como entrada para ir al río, en esas dos horas yo ya casi que estaba resignada a que el parque iba a estar cerrado (como parte de la política del Parque, se tiene que si llueve mucho por varios días seguidos por seguridad de los visitantes se cierra la entrada al río subterráneo, esto debido a que hace un par de años, uno de los botes se volcó y se quedo encerrado en la cueva producto de la marea, lluvias) cuando llegamos, el guía turístico se bajó de la van y fue a tramitar los permisos correspondientes a la oficina de gobierno, al cabo de 10 minutos regresa con la cara larga, sonrojado y nos trae la gran noticia, no se puede hacer nada, el río está cerrado, todos los turistas con las caras largas, resignados, hasta vi a una muchacha atacarse a llorar por la decepción.

El día no podía terminar de esa manera, teníamos que quedarnos en esa playa por 3 horas para seguir con el itinerario del tour, servían el almuerzo al frente de la playa y pues mis amigas y yo en un afán de no desperdiciar el viaje, decidimos echarnos un chapuzón, aprovechando que había escampado, el agua del trópico es bendita y no defrauda, disfrutamos como niñas tratando de sacar nuestra frustración jugando con las olas….Yemanja se volvió a enojar, empezó a llover tanto que las gotas parecían látigos golpeándonos. Fin del día!

 El Lunes, fuimos al Honda Bay Tour….puedo decir que esto rescato el paseo. El hecho de poder ir a esnorkelear en el medio de la nada…ver los colores, nadar con los peces, encontrar a nemo, acordarse que somos nada en este inmenso mundo, relajarse y disfrutar del aire puro que se respira afuera de Manila, es realmente una dicha.




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